Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Haazinu     13 de Tishrei 5779     1187


Rav Zeev Karov
El canto, Iom Kipur y la voz del Shofar

Rav Zeev Karov z”l
(reimpresión)

La Parashá Haazinu es la Parashá del canto. Muchos comentaristas, de todas las generaciones, hablaron de las características de ese canto, su estructura y contenido. Nuestros sabios dicen que ese canto lo decían los Leviitas en el Beit HaMikdash (El Templo) como agregado en Shabat.
¿Qué tiene de especial el canto? ¿Por qué nos emocionamos cuando escuchamos un canto?
La persona tiene pensamientos y sentimientos. Cuando quiere hacer partícipes a los demás de sus pensamientos y sentimientos, utiliza palabras. Pronuncia palabras, las amplía en frases y escribe artículos. Pero casi siempre siente que las palabras que dijo o el artículo que escribió no expresaron en forma plena y exacta lo que piensa o siente. A veces la persona no encuentra palabras adecuadas para expresar lo que quiere, y dice: "No tengo palabras". ¿Por qué?
Porque intentamos vincular cosas opuestas. Los pensamientos y los sentimientos son abstractos, vuelan en el espacio ilimitado, y nosotros tratamos de introducirlos en un marco limitado de palabras.
Si el habla en relación a los pensamientos es como el cuerpo para el alma, así también la relación entre lo que se escribe y lo que se habla. Pero D’s creó un vínculo maravilloso, que liga el cielo con la tierra, el cuerpo con el alma: El canto.
El canto rompe todas las barreras. El canto es capaz de incluir y circundar muchos mundos, a pesar de las palabras. El Ramba”n dice respecto al canto de Haazinu que “ese canto es el fiel y auténtico testigo, que nos cuenta en forma clara todo lo que  nos pasará”. A continuación lo detalla y demuestra. A pesar que el canto de Haazinu es corto, y el número de versículos es pequeño, encierra todo lo que nos ocurrirá. ¿Cómo puede ser? Porque es un canto, y ese es el talento de su compositor, que expresa en sus palabras un sinfín de mundos. Como un milagro de vinculación entre el cielo y la tierra.
Eso es también lo que nos enseña la mitzva de “escuchar la voz del Shofar (cuerno)”. El Shofar emite una voz natural, pero también Divina. Es un instrumento musical natural, a través del cual escuchamos la voz de D’s en la naturaleza. Es el instrumento musical más natural, cuando sus voces emanan sin ningún retoque artificial. El cuerno que utilizamos es hueco por naturaleza, y es capaz de emitir sus voces enseguida después de haber sido quitado de la cabeza del animal. No es por azar que la Entrega de la Torá, el Meshiaj (Mesías) y la Resurrección de los Muertos son acompañados de las voces del Shofar. La manifestación de la Divinidad en la naturaleza material es expresada a través de la voz del Shofar. Somos ordenados escuchar, ser capaces de atender profundamente y reconocer la vinculación de D’s y el hombre, cuerpo y alma.
El talento del canto emana también de la capacidad de observación profunda y escuchado interno de la naturaleza y la vida. La cima de esa vinculación la encontramos en Iom Kipur (Día del Perdón). Es un día determinado, definido y limitado en el tiempo. Comienza a una hora determinada, y termina después de poco más que 24 horas. Pero es un día que todo él es un encuentro con la eternidad. Un día en el que somos capaces de elevarnos y asemejarnos a ángeles, un día en el que nos encontramos con nuestro Padre en el Cielo como Sus hijos. “Shabat shabaton” – en cada día D’s se revela. En todo Shabat hay “un poco del Mundo Venidero”. Pero Iom Kipur es “Shabat shabaton”, el día en el que llega a la cima la revelación de D’s en el mundo, la cima de “llámenlo cuando está cercano” (Ishaya 55:6).
En Iom Kipur somos pasivos. No trabajamos. No comemos. No usamos zapatos de cuero, no le impedimos a la realidad Divina penetrar dentro de nosotros. A través del cese de la actividad humana la persona puede hacerse merecedora de escuchar la voz de D’s que se encuentra en su alma. El que sepa cesar su actividad y escuchar, podrá adquirir el talento del canto - que traspasa las barreras del tiempo y las personas. 


Rav Shlomó Aviner

Sgulot
Rav Shlomó Aviner

En los últimos tiempos se multiplicaron en Am Israel (el Pueblo de Israel) cientos y miles de Sgulot, es decir acciones que se suponen generan milagros.
Hay tres problemas con ello:
1. No tienen una fuente antigua. No figuran ni en la Torá, ni en la Mishná, ni en la Gmará ni en los Rishonim (sabios de la época de hace 10 siglos). Son inventos nuevos, que por lo general ni se sabe de dónde salieron. Por ejemplo, rezar durante 40 días en el Kotel (Muro de los Lamentos) para ser merecedor de encontrar pareja. Por supuesto que el Kotel es un lugar muy kadosh (santo), y por supuesto que rezar allí es una gran mitzva y seguramente influye, por supuesto que si se reza allí 40 veces. Pero no hay ninguna fuente que diga que rezar 40 días en el Kotel hará que la persona encuentre su pareja. No hay ninguna fuente que D’s prometa algo así. El Gaón (genio del estudio de la Torá), el Rav Iosef Shalom Eliashiv zt”l dijo respecto a la costumbre de rezar 40 días en el Kotel que todo rezo en el Kotel del que no se aparta la Shjina (manifestación de la presencia Divina) es una Sgulá, pero no hay ninguna fuente conocida respecto al número 40 justamente (HaShakdan Bet, pág. 109).
En el libro “Tamim Tihie” del Gaón, el Rav Iaacov Hilel cita decenas de fuentes de grandes sabios de Am Israel de las generaciones de antaño y de las nuestras que se opusieron a las Sgulot. Y véase en mi humilde libro, “Ner BeIshon Laila” (véase allí Sgulot, Sgulot SheBatalmud, Avoda VeKitzurei Derej, Hevelim Toraniim, Emuna Tfela, Darkei HaEmori).
2. Es una actitud que esquiva la Torá, que suplanta la Torá y las mitzvot, un insulto de la Torá. Decenas de veces está escrito en la Torá que el cumplimiento de las mitzvot traerá abundancia para la persona. Lo decimos dos veces por día en la segunda sección de Kriat Shmá. Entonces, ¿para qué inventar otras cosas? ¿No alcanza con lo que D’s dijo? ¿Acaso somos más inteligentes que Él? ¿Acaso amamos más a Am Israel que Él? ¿Acaso se nos puede ocurrir que lo que idearon las personas se encuentra en un nivel más alto de lo que D’s ordenó? ¿Para qué buscar cosas que “no se le ocurrieron” a D’s?
Quizás las personas así acostumbran porque sienten que las mitzvot le son pesadas, y por ello les buscan una alternativa fácil. Una vez me preguntó un muchacho: “Dime cuál es el camino para llegar al Gan Eden (Paraíso) – pero no me digas cumplimiento de la Torá y las mitzvot, porque me es pesado”. Por lo menos es una persona sincera.
Es cierto que también en la Gmará figuran algunas Sgulot, y por supuesto que son ciertas y auténticas, pero todo el que estudió Gmará sabe que no son lo principal, sólo algo secundario, una parte por 60, una parte por 1000, por 10000. Lo principal es rendirle culto a D’s. “La Tshuvá (arrepentimiento sincero), el rezo y la limosna anulan el mal decreto” (rezo Unetane Tokef). En forma explícita está escrito: “La limosna salvará de la muerte” (Mishlei 10:12), y la Gmará cuenta que así se salvó la hija de Rabí Akiva (Shabat 156A).
La regla es que las Sgulot más maravillosas son la Torá y las mitzvot, y no se necesita agregarles inventos nuestros.
3. Por lo general los que difunden Sgulot prometen que ellas son infalibles - pero no es así. También el rezo no es magia, como para los idólatras, sino que implorar frente a D’s. Nuestros sabios nos advirtieron del que se piensa que su rezo necesariamente alcanzará su propósito, que por su seguridad plena en su rezo llega al dolor del corazón (Brajot 32B, Tosafot allí).
Lamentablemente, para nuestra vergüenza, muchas veces los que difundieron Sgulot prometieron y causaron tremendas desilusiones. Es una crueldad. Y si reciben dinero por ello, es espantoso.
La regla es: Reza con entereza, no busques artimañas, rinde culto a D’s con entereza.


Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Melajot
Aparte de las Melajot prohibidas en Shabat según la Torá escrita, nuestros sabios agregaron otras prohibiciones que son llamadas Shvut[1].
Ciertas actividades fueron prohibidas por nuestros sabios en Shabat porque son similares en algún aspecto a las Melajot prohibidas según la Torá escrita, y temieron que las personas se equivoquen y no diferencien entre ellas[2]. Por ejemplo, nuestros sabios prohibieron exprimir frutas que por lo general no son exprimidas (como frambuesas y granadas) porque quizás alguien se equivoque y exprima también aceitunas y uvas, que se las acostumbra a exprimir en el proceso de fabricación del aceite y el vino, y su exprimido está prohibido según la Torá escrita[3].
Otras cosas nuestros sabios decretaron prohibirlo porque quizás si hará esas acciones puede llegar a hacer alguna Melaja prohibida por la Torá escrita[4]. Por ejemplo, nuestros sabios prohibieron montar sobre algún animal en Shabat porque puede llegar a cortar una rama de un árbol para utilizarla como un látigo para dirigir al animal[5].
Hay cosas que fueron prohibidas por nuestros sabios a pesar que no son similares a ninguna Melaja ni tampoco hay algún peligro que haciéndolas la persona llegue a hacer alguna Melaja. Por ejemplo, está prohibido que la persona visite sus campos y jardines en Shabat para revisar la situación de las plantas y qué necesitan, e incluso está prohibido hablar de sus quehaceres diarios, como hablar con su socio qué venderán o comprarán durante la semana, y todo lo similar a ello está prohibido, como dice el versículo “si apartas tu pie por causa del Shabat, si te abstienes de dedicarte a tu negocio en Mi día sagrado” (Ishaya 58:13), y dice a continuación “y lo honrares no andando durante él en tus propios caminos, ni ejerciendo tu negocio ni hablando de él” (Ishaya 58:13) [6].
Nuestros sabios también prohibieron transportar ciertos objetos en Shabat de la forma en que lo hace en los días comunes[7], como será aclarado más adelante.


[1](Ramba”m, Hiljot Shabat 21:1).
[2](Allí, Jaiei Adam Klal 9 inciso 3).
[3](Ramba”m allí, 21:12. Shuljan Aruj, Orej Jaim 320 inciso 1, Mishná Brurá inciso 5).
También como dice el Ramba”m allí, 6:1 que lo que prohibieron nuestros sabios decir a un gentil que haga alguna Melaja para un miembro de Am Israel (el Pueblo de Israel) es para que el Shabat no sea ligero a sus ojos, y lleguen a hacer alguna Melaja de por sí mismos. Y véase Rash”i (Shabat 153A, comienza mai tama) que la razón de esa prohibición es porque es considerado su enviado, y explicaron los Ajaronim que según nuestros sabios se considera que un gentil puede ser emisario para ser más estrictos (véase Shuljan Aruj HaRav 243 inciso 1).

[4](Ramba”m Hiljot Shabat 21:1).
[5](Ramba”m allí, 21:9. Shuljan Aruj 339 inciso 1, 305 inciso 18. Mishná Brurá inciso 61). Y el que corta una rama trasgrede la prohibición de “arrancado”, que es Tolada de “cosechado” (allí, Mishná Brurá).
[6](Ramba”m, Hiljot Shabat 24:1-2). Y también aprendieron de “en tus propios caminos” que tu andado en Shabat no sea como en un día corriente, y por ello está prohibido correr y saltar en Shabat (allí, 4).
Hay cosas que nuestros sabios prohibieron hacer en Shabat por ser muy tediosas, como lavar utensilios que no necesita en Shabat, como es explicado en el Shuljan Aruj (323 inciso 6). Y también prohibieron nuestros sabios ciertas cosas por su similitud a los días corrientes [alguna acción que parece ser una acción de un día corriente], como explica el Ramba”m (Hiljot Shabat 24:5. Shuljan Aruj 323 inciso 1 y 5).

[7](Ramba”m, Hiljot Shabat 24:12). Y la razón para esa prohibición, dijeron que si los profetas advirtieron y ordenaron que tu andado en Shabat no sea como tu andado en un día común, y tu charla en Shabat no sea como una charla de un día común como dice el versículo “y de hablar algo”, por supuesto que lo que tú mueves en Shabat no debe ser como lo que mueves en un día común, para que ese día no sea como un día común a tus ojos y llegue a tomar y arreglar utensilios o moverlos de un lugar a otro, o de una casa a otra, o juntar piedras o similares, ya que no trabaja buscará algo para ocuparse de ello, y entonces no cesará de sus quehaceres en Shabat y no se cumplirá lo que dice la Torá “para que descanses” (allí. Y véase Ramba”m allí que citó otras razones).