Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Bahar     20 de Iyar 5778     1167


Rav Eial Vered

Las ciudades amuralladas
Rav Eial Vered

La Parashá Bahar nos enseña todo un conjunto de reglas especiales relacionadas con la ciudad amurallada. Las reglas de venta son distintas, y también las reglas de redención de una casa que fue vendida en una ciudad amurallada, que puede ser redimida sólo en el año contiguo a su venta, pero después no podrá ser redimida nunca, e incluso en el año de Iovel [cuando los terrenos vuelven a su pertenencia original. N. del T.]. Según la interpretación sencilla, es el deseo de la Torá de evitar la venta de una casa como esa, transformando su venta en no redituable, de forma que incluso si alguien la vendió, se esforzará por volverla a comprar, de lo contrario la perderá para todas las generaciones. La Torá está interesada que las casas en la ciudad amurallada estén habitadas por personas fijas, y no por inquilinos pasajeros cambiantes.
¿Qué tiene de especial la kdushá (santidad) de las ciudades amuralladas? ¿Qué hay en ellas?
Según la interpretación sencilla, la kdushá de la ciudad amurallada en Eretz Israel (la Tierra de Israel) emana de la estabilidad de ella. Es más difícil de ser arrasada por el enemigo, y también por dentro – los habitantes del lugar rodeado por murallas son estables, todo lo contrario del campamento beduino ambulante. La estabilidad en Eretz Israel es un nivel de kdushá. Cuanto más estable se sea, así también es mayor la kdushá.
La muralla también insinúa a otro nivel. El nivel de la calidez del corazón. Una ciudad amurallada, está rodeada de calidez. En forma natural, el estar rodeado genera un vínculo más estrecho entre los que se encuentran adentro. El calor es mayor. Como la hermandad entre soldados de una misma unidad. Y en ese sentido la kdushá de la ciudad amurallada es mayor porque hay en ella más amor, más cercanía. Un lugar donde hay más Ahavat Israel (amor por todo el Pueblo de Israel), su kdushá es mayor.
Y se puede decir también que la kdushá de la ciudad amurallada llega de su capacidad de no pensar sólo en ella, sino que también en el Clal (la totalidad genérica). ¿Qué es esa muralla? “Yo soy muralla”
(Shir HaShirim 8:10). Kneset Israel (el alma genérica del Pueblo de Israel), que es una fuerte muralla de D’s en este mundo. Y una ciudad amurallada está dispuesta a ponerse en peligro por Clal Israel y habitar en las zonas fronterizas, como un escudo, “ciudades amuralladas, muy grandes” (Bamidvar 13:28). Una ciudad amurallada es como un reflejo del nivel genérico de Kneset Israel, “yo soy muralla, y mis pechos como torres” (Shir HaShirim 8:10). En ese sentido la kdushá de la ciudad amurallada es mucho más elevada porque en ella se manifiesta mayor sacrificio y mayor generalidad, se toma menos en cuenta el aquí y el ahora, lo cómodo y lo conveniente. Es una ciudad colmada de sacrificio. Y por ello – justamente por los desafíos y las dificultades – la Torá orienta sus habitantes a no vender sus casas, sacrificarse por ese nivel. Una ciudad amurallada necesita forzosamente habitantes estables dentro de ella, que no comercian con sus valores, sino que permanecen aferrados a la tierra para todo el Clal.
“No se dona sino que de lo rodeado”, rodeado en los términos de nuestros sabios quiere decir cercano, presente. En una ciudad amurallada la Shjina (manifestación de la Presencia Divina) es más evidente, presente y cercana, se la puede sentir rodeándonos, protegiéndonos, “he aquí que se encuentra tras nuestro muro, cuida desde las ventanas, atisba de entre las ranuras” (
Shir HaShirim 2:9). ¿Qué lugar tiene muralla, ventana y ranuras? Una muralla defensiva, la muralla de Ierushalaim que se va edificando en base a la muralla de la Shjina que arde en rededor suya.
Una ciudad como esa es Ierushalaim, que en su corazón – una muralla, en todo su sentido, su kdushá es más elevada, y su redención es cercana, no fue dividida entre las tribus – porque es para nosotros La Muralla.


Rav Shlomó Aviner

La ley de limitación
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: ¿Qué es lo que la Torá dice en cuanto a la “ley de limitación de la Corte Suprema”, que viene a ser un remedio para los daños causados por el activismo judicial?
Respuesta: Por supuesto, no me estás preguntando en cuanto a los detalles si la ley de limitación debe ser estrecha o amplia, si debe ser de acuerdo al modelo canadiense o británico…
Pregunta: Si. Sólo hablamos del principio. ¿Según la Torá si hay diferencias de opinión entre el Sanhedrin (Suprema Corte) y el rey, quién determina?
Pregunta: Esa es una buena pregunta. Por supuesto que el Sanhedrin, es decir la Torá, se encuentra por encima del rey. Pero no es parecido, porque el Gobierno de Israel no es exactamente autoridad de rey, y por supuesto que Bagat”z (Suprema Corte de Justicia) no es Sanhedrin, y todo el sistema judicial en nuestro país lamentablemente no es de acuerdo a la Torá.
Pregunta: ¿Y a pesar de ello, qué se puede decir en nuestro caso?
Respuesta: En cuanto a la autoridad del gobierno, hay una larga respuesta del Rav Kuk donde dice que cuando no hay rey, todo líder autorizado por la nación tiene ciertos atributos de rey (Shu”t Mishpat Cohen, pág. 336-337). Según ello, el Gobierno de Israel y el Primer Ministro tienen una autoridad semejante al rey en cuanto a temas generales, como decidir si salir a una guerra, y no se puede argumentar “no matarás”. O recaudación de impuestos, y no se puede argumentar “no robarás”.
Pregunta: ¿La opinión del Rav Kuk es aceptada por todos?
Respuesta: En primer lugar no se trata de una innovación de él. La fuente es el Ramba”m, Rashba”m, Ra”n, Meiri y otros. El Ramba”m dice que incluso el Director del Exilio es como un rey. Pero hubo grandes Rabanim (Rabinos) posteriores al Rav Kuk que lo mencionaron, como el Gaón, el Rav Ovadia Hedaya, el Gaón, el Rav Shaul Israeli, Tzitz Eliezer e incluso el Gaón, el Rav Iosef Shalom Eliashiv.
Pregunta: ¿Entonces, se debe acatar el gobierno en todo?
Respuesta: Si. Si no es contrario a la Torá. También un rey de Israel que ordena hacer algo contrario a la Torá no tiene valor, como dice el Ramba”m (Hiljot Melajim, cap. 3).
Pregunta: ¿Entonces cómo puede caber democracia?
Respuesta: En palabras sencillas, cuando no hay un rey, el pueblo es el rey y él elige sus representantes.
Pregunta: Entonces volvemos a la pregunta, ¿según la Torá se debe acatar la democracia?
Respuesta: La misma respuesta, a condición que no es contrario a la Torá. Gracias a D’s, hasta hoy en día no hubo en nuestro país leyes contrarias a la Torá en forma explícita.
Pregunta: ¿Y cuál es la autoridad de los tribunales según la Torá?
Respuesta: Es una profanación del Nombre de D’s. Véase lo que escribe Rashi al principio de la Parashá Mishpatim citando a nuestros sabios en cuanto a tribunales de gentiles. Y así también el Ramba”m al final de Hiljot Sanhedrin, que es como si se levantase la mano en contra de la Torá de nuestro Rav Moshé. Hay que juzgar de acuerdo a las leyes de la Torá, y no de acuerdo a las leyes de los gentiles.
Pregunta: Hay quienes arguyen que tribunales de gentiles es cuando en el tribunal hay jueces gentiles, pero si son judíos que juzgan según las leyes de los gentiles está permitido.
Respuesta: Así arguyeron jueces determinados, pero se equivocaron. Los grandes eruditos de la Torá en nuestro país determinaron que está prohibido.
Pregunta: Y tratándose de arbitraje, ¿también debe ser de acuerdo con la Torá?
Respuesta: Eso es diferente. Cuando hay un pleito entre personas, hay tres opciones:
1. Lo mejor, es que lleguen a algún acuerdo entre ellos solos.
2. Que pidan alguna tercera persona o institución que decida entre ellos, y en ese caso no debe ser necesariamente según las leyes de la Torá, lo principal es que sea justo y correcto.
3. Si se trata de coerción, no puede ser según las leyes de los gentiles, sino que según las leyes de Am Israel (el Pueblo de Israel), del Cielo.

Pregunta: ¿Entonces está prohibido dirigirse al tribunal?
Respuesta: Si. Hay que dirigirse a un tribunal rabínico. Sólo si alguna de las partes se niega a presentarse frente a un tribunal rabínico, se puede recibir permiso para demandarlo en un tribunal, para no perder el dinero.
Pregunta: ¿Entonces, si no hay más remedio estamos de acuerdo en que hayan tribunales?
Respuesta: No estamos de acuerdo, pero nos armamos de paciencia, porque mientras tanto no puede ser que esto sea un caos, y cada uno se coma vivo a su compañero.
Pregunta: Volvamos a nuestro tema. ¿Activismo judicial, todo puede ser juzgado, Bagat”z por encima de todo, o “ley de limitación”, cuando el gobierno por encima de todo?
Respuesta: Por supuesto que el gobierno sobre todo, porque el gobierno es el pueblo, y también los tribunales emanan su fuerza del pueblo.                                                                    


Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
La salida del Shabat
En un principio, la mitzva es recitar la Habdala en el rezo y también sobre la copa de vino, como fue aclarado anteriormente. Pero si se olvidó recitar la Habdala en su rezo, y no dijo “ata jonantanu”, no debe repetir el rezo, porque en esa situación se puede fiar de la Habdala que recitará más tarde sobre la copa de vino[1]. E incluso si todavía no terminó su rezo, si ya mencionó el nombre de D’s al final de la bendición “ata jonen” y se da cuenta que olvidó decir “ata jonantanu”, es como si ya hubiese terminado esa bendición, y continúa su rezo sin volver atrás[2].
También si Iom Tov cae domingo, y se olvidó de decir “vetodienu” en su rezo, no debe repetir su rezo, porque mencionará la Habdala en el Kidush de Iom Tov en su cena[3].
Si una persona olvidó recitar la Habdala en el rezo, y también se olvidó y comió antes de hacer Habdala sobre la copa de vino, nuestros sabios lo multaron e instituyeron que en ese caso debe repetir el rezo de Arvit para que mencione la Habdala, y luego de rezar nuevamente recitará la Habdala sobre la copa de vino[4].
Y así también cuando Iom Tov cae domingo, si olvidó decir en su rezo de
Arvit vetodienu”, y también probó algo antes de recitar el Kidush en el que menciona la Habdala, debe volver a rezar Arvit y decir “vetodienu”, y recitar la Habdala en el Kidush sobre la copa de vino[5].


[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 294 inciso 1, Mishná Brurá inciso 3). Y si no tiene vino [y le parece que tampoco mañana tendrá], escribió el Shuljan Aruj allí, inciso 2, que si olvidó recitar la Habdala en el rezo, debe volver a rezar. Pero si se acordó en medio de su rezo, recitará la Habdala en la bendición de “shomea tfila” (allí, Shuljan Aruj inciso 2, Mishná Brurá inciso 6, Kaf HaJaim inciso 16).
[2](Allí, inciso 4, Mishná Brurá inciso 7). E incluso si desea ser más estricto y volver a la bendición “ata jonen” para decir “ata jonantanu”, lo tiene prohibido, porque de momento que no debe hacerlo es considerado que hace una interrupción en su rezo (allí, inciso 5, Mishná Brurá inciso 9).
Se olvidó de decir “ata jonantanu”, si tiene vino no debe decir “ata jonantanu” en la bendición “shomea tfila”, porque en un principio “ata jonantanu” es una alabanza a D’s, y su lugar no es en “shomea tfila” (allí, Mishná Brurá inciso 6).
Y véase en Kaf HaJaim (allí, inciso 15) que de todas formas hay que decir “ata jonen” en “elokai netzor”, antes de “iiu leratzon”.

[3](Allí, Biur Halajá comienza “ve im taa velo hibdil”.
[4](Allí inciso 1, Mishná Brurá inciso 4. Shuljan Aruj HaRav inciso 3).
Si antes de volver a repetir Arvit hizo Habdala sobre la copa de vino, no como corresponde, escribió el Pri Megadim que puede ser que no tiene obligación de repetir su rezo, porque ya cumplió con la mitzva de Habdala. Y en Derej Jaim concluyó que debe volver a rezar, y no diferenció ese caso (fue citado en Biur Halajá allí, comienza tzarij lajzor ulehabdil batfila. Kaf HaJaim inciso 11).
Y en cuanto a una persona que se olvidó de recitar Habdala en el rezo, y también se olvidó e hizo alguna melaja antes de recitar la Habdala sobre la copa de vino [ni tampoco dijo “baruj hamabdil bein kodesh lejol”], el Elia Rabah y Rabí Akiva Iguer citaron al Rashb”a que también él tiene que repetir su rezo. Y en el libro Kovetz Al HaRamba”m duda al respecto (fue citado en Biur Halajá comienza veim taa kodem shehibdil). Y concluye el Biur Halajá que si ya lo hizo, no se debe volver a rezar. Y véase Kaf HaJaim (allí, inciso 8) cuál es la razón por la cual se debe diferenciar entre hacer melaja y comer algo.

[5](Allí, Biur Halajá comienza veim taa velo hibdil).