Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Beshalaj     11 de Shvat 5778     Shabat Shira     No 1154


Dibújame un árbol
Mijael Abulafia

“Porque el hombre es un árbol del campo” (Dvarim 20:19). Todos los detalles de la personalidad figuran en el dibujo del árbol. De la misma forma que la persona se desarrolla todo el tiempo, lentamente, así también el árbol. Las raíces son el aspecto profundo de su personalidad. El tronco es donde están gravados los acontecimientos que le pasaron, ya sean agradables como traumáticos. La copa – las ramas, las flores, los frutos – es el lugar a través del cual se puede ver el volumen sentimental, racional y dibujador de él. Debemos observar el árbol y aprender de él respecto a la persona, o mirar a la persona y aprender de su árbol. Mirar al árbol cuando las ramas se dirigen arriba, es como la persona reza, mirar las profundas raíces, a veces tan grandes como las ramas, y recordar que tú no eres sólo lo que se ve, sino que tú también eres resultado de la cadena de las generaciones que te han traído hasta aquí.
El árbol dibujado puede expresar mundos enteros que se encuentran escondidos en el inconsciente de la persona. Todo pecado, por ejemplo, en el que cayó la persona, es notorio en su dibujo, ya que se transformó en un miedo gravado en su carne. El dibujo del árbol le ayudará a la persona a saber en qué dirección debe orientar su labor. El arrepentimiento sentimental, personal y dibujador, son los que corregirán el dibujo del árbol. Y entonces “el miedo mismo se transforma en seguridad y valentía de corazón” escribe el Rav Kuk, y explica que “la impresión del miedo que llega por el pecado puede ser reconocida, ya sea en los rasgos fisionómicos, en los movimientos, en la voz, en el comportamiento, en la escritura, en el estilo de hablado, y sobre todo en la escritura de los pensamientos y su ordenamiento” (Orot HaTshuvá 8:13).
En Tu BiShvat (el día 15 del mes de Shvat) nos conectamos nuevamente con el aspecto de árbol dentro de nosotros, nos recordamos que tenemos una naturaleza que está dispuesta a crecer nuevamente. Todo con paciencia, regando con el agua de la Torá y alumbrando con los rayos de sol del rezo. Y le desearemos uno al otro un año bueno, que seamos merecedores de regresar al Gan Eden (Paraíso) donde comimos del árbol de la vida y vivimos para siempre. Que seamos merecedores de un año en el que nos conectemos más profundamente con el dibujo del árbol dentro de nosotros…


Rav Shlomó Aviner

¿Mitzva a través de trasgresión?
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: Yo estudio en una ieshiva (centro de estudio de la Torá) y dudo si enrolarme o no, por el problema de las unidades mixtas en el ejército.
Respuesta: Es una gran mitzva enrolarse en el ejército, y al mismo tiempo debemos cumplir las indicaciones de la Torá que los hombres y las mujeres deben alejarse mucho (Kitzur Shuljan Aruj 152:8).
Pregunta: Pero lamentablemente esa no es la realidad. Casi todos los estudiantes de las ieshivot que se enrolan caen en las prohibiciones de contacto físico e incluso demostraciones de cariño con soldadas. La situación es espantosa. Es semejante a lo que dijeron nuestros sabios respecto al padre que le compró a su hijo una tienda de perfumes en la calle de las prostitutas, y después se enojó con él porque pecó.
Respuesta: Si así es, se debe exigir una unidad donde no hay mujeres, como en unidades realmente combatientes, o unidades para jaredim (ultra ortodoxos).
Pregunta: Eso tampoco es posible. No todo soldado es apto para llegar a una unidad combatiente de elite. Y las unidades separadas de los jaredim aceptan sólo jaredim, un soldado sionista religioso no puede exigir ser aceptado.
Respuesta: Si así es, entonces lamentablemente por ahora no se puede enrolar en el ejército. O prestar servicio en una unidad separada, o no enrolarse por ahora. No se hace la mitzva del ejército a través de una trasgresión.
Pregunta: ¿Entonces nos rebelamos frente a Tzaha”l (Ejército de Defensa de Israel)?
Respuesta: ¡D’s no lo permita! Amamos a Tzaha”l profundamente, y por supuesto que nos enrolaremos cuando el problema sea solucionado.
Pregunta: ¿Y qué será mientras tanto?
Respuesta: Esperarán. Me recuerda el cuento de un amigo que viajó a EE.UU. en una misión educativa por dos años, cuando justo comenzó la operación “Jomat Maguen”. Me dijo: “¿Mis amigos saldrán al combate, y yo me quedaré en EE.UU?”. Le contesté: Cuando regreses habrán otras guerras, y por lo visto también habrá suficiente para tu hijo y tu nieto. Así también en nuestro tema. Dicho sea de paso, también las muchachas religiosas que se enrolan en el ejército se echan a perder en esos temas, como los muchachos.
Pregunta: Pero en el ejército sostienen que deben enrolar muchachas, porque no hay suficientes muchachos que se enrolan.
Respuesta: Eso realmente es un problema, y se debe fortalecer el ideal nacional, pero no se resuelve un problema con una trasgresión. Es más, según lo que hemos escuchado en el ejército ven como ideal mezclar los muchachos con las muchachas. Ellos agregan pecado a trasgresión cuando forman justamente unidades mixtas en principio, y obligan soldados religiosos a prestar servicio en esas unidades. Eso ya no está relacionado con el ejército, es una dirección general que utiliza al ejército para imponerse. Nunca hubo una situación tan severa. También en el servicio de reservistas las muchachas se pasean entre los muchachos con prendas de vestir poco recatadas. Es algo nuevo. Incluso si cada uno hace en nuestro país como le place, no es posible obligar a hacer trasgresiones en el ejército. Hay quienes gritan contra la coerción religiosa, ¿por qué no gritan contra la coerción de trasgresiones? Mientras tanto debemos valernos de paciencia, y cuando la situación sea corregida nos enrolaremos con sacrificio.
Pregunta: ¿Por qué hay semejante bajeza en el pueblo que vuelve a Tzion?
Respuesta: Por el contrario, el pueblo se fortalece todo el tiempo en la Torá. Por ello, el Ietzer HaRrá (mal instinto) está preocupado y busca cómo obstaculizarlo. Ahora utiliza la recomendación de Bilam, que sugirió derrotarnos con trasgresiones de relaciones prohibidas.
Pregunta: ¿En resumen?
Respuesta: Fortalezcámonos, en el ejército y en la Torá. O para ser más exactos, en la Torá y en el ejército. Tendremos esperanzas en que la situación será corregida pronto.

Apéndice:
Amamos al ejército, educamos a participar del ejército, sacrificamos nuestras vidas en el ejército, y caemos en el ejército muchos años. No se puede desentender de ello. El ejército es kadosh (santo), y todos deben participar de él. Después que decimos eso, tenemos la obligación de cuidar la kdushá de Tzaha”l.
Esta mañana me encontré con 100 muchachos de ieshivat Hesder que se enrolan en el ejército. Los bendije, y los fortalecí. Luego, les dije que si recibirán una orden ilegal de prestar servicio con muchachas, que digan con buenos modales que no para eso se enrolaron en el ejército.
Los problemas de las unidades mixtas fueron creados en los últimos dos años. El soldado se enrola en base a su motivación y su buena voluntad. Si recibe una orden que daña la pureza, la kdushá, la humanidad, la familiaridad, él debe decirle al comandante: “Yo no quiero”. Y no está relacionado con negarse a acatar una orden: No es una orden, es promoción de una agenda. Hay una intención en Tzaha”l de mezclar todo lo posible los muchachos con las muchachas. Yo consiento a mezclarme todo lo posible sólo con mi esposa, y no con ninguna otra.                                                             


Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Las comidas de Shabat
Las personas reunidas que cumplen su obligación con la bendición del que bendice sobre el pan, y se fían en los dos panes de él, no deben probar del pan antes de que lo haga el que bendijo[1]. Porque de momento que ellos necesitan sus dos panes para cumplir con su obligación, no es correcto que prueben antes que él[2].
Escribieron los poskim (sabios que determinan la halajá) que el que bendice debe probar del pan antes que reparta a los demás, porque también si les repartirá antes ellos no podrán comer de la rebanada hasta que él mismo lo haga, y por lo tanto el repartido es considerado interrupción entre su bendición y su comido, lo que está prohibido en un principio[3].
Cuando frente a cada uno de los reunidos se encuentran dos panes, incluso si ellos quieren cumplir su obligación escuchando al que bendice, de todas formas de momento que ellos no necesitan los panes de él, pueden probar de su pan antes que pruebe el que bendijo[4].
El que corta del pan deposita la rebanada frente a cada uno de los reunidos, y los reunidos toman la rebanada en sus manos y comen. Y el que reparte no debe darles en la mano directamente, porque así se acostumbra a hacerle al que está de duelo[5].
Tampoco tirará la rebanada frente a los reunidos, incluso si la rebanada continúa siendo comestible, porque es un desprecio para el pan. Y también porque se trata de la rebanada de la bendición, y es un desprecio para la mitzva el tirarla[6].


[1](Shuljan Aruj 274 inciso 3, Mishná Brurá inciso 8).                            
[2](Lebush 167 inciso 16, Mishná Brurá inciso 76). Y por lo tanto,  incluso si les repartió antes de haber probado, no deben comer hasta que él lo haga (274, Mishná Brurá inciso 7, Kaf HaJaim inciso 18). E incluso si se los permitió en forma explícita, hay quienes opinan que está prohibido (167, Mishná Brurá inciso 79, Kaf HaJaim inciso 122).
[3](167, Mishná Brurá inciso 79, Kaf HaJaim 122). Pero si tenían permitido probar antes de que lo haga el que bendijo, el repartido no es considerado interrupción, de momento que la bendición incluye a todos los reunidos, y con el reparto cada uno recibirá su rebanada y comerá, y la bendición será enseguida antes del comido (allí, Shaar HaTziun inciso 69).
[4](274 inciso 3, Mishná Brurá inciso 8, Kaf HaJaim inciso 19). Pero si delante de los reunidos no hay dos panes, a pesar que cada uno tiene un pan del que comerá, tienen prohibido probar antes del que bendijo, porque todos confían en los dos panes del que bendice y comerán de ellos (Lebush 167 inciso 15. Shuljan Aruj HaRav 274 inciso 4, Mishná Brurá allí inciso 8, Kaf HaJaim inciso 19. 167, Mishná Brurá inciso 83).
[5](167 inciso 18). Como está escrito en el versículo “abrió Tzion en sus manos” (Eija 1:17), insinúa a la rebanada del pan que le dan en la mano al que está de duelo (allí). Y se entiende que no es correcto hacerlo cuando se trata de alguien que no está de duelo, para no darle mala suerte (allí, Mishná Brurá inciso 90, Kaf HaJaim inciso 126).
Y en Shabat no se le hace así ni siquiera al que está de duelo, porque no hay duelo en público en Shabat (allí, Mishná Brurá inciso 89, Kaf HaJaim inciso 125).

[6](allí, Mishná Brurá inciso 88). Y en Lebush (allí, inciso 14) escribió otra razón, y es que no es honroso para el que recibe la rebanada cuando se la entrega tirándola (fue citado en Kaf HaJaim allí, inciso 124).