Parashat Noaj 1 de
Jeshvan 5778 Rosh Jodesh No 1140
Rav Ziv
Rave
Los dos mil años de caos es el
período donde se encuentra la Parashá de Noaj.
Cuando nuestro patriarca
Avraham surgirá más tarde en
el mundo
comenzarán los dos mil años de Torá (según
Sanhedrin 97A), son los años
de la corrección. Antes de Avraham las personas estaban colmadas
de fuerzas y
aptitudes tremendas, y utilizaban sus capacidades para destruir, sin
dirección
Divina. Falta de orden y de sometimiento a D’s de las tremendas
potencias, eso
es el caos.
Toda persona es creada con un fuerte
deseo de recibir. La raíz de ello se encuentra en la
anatomía Divina del alma,
cuando la persona fue creada para deleitarse con D’s (Mesilat Iesharim,
prólogo), y por ello la persona por naturaleza busca el deleite.
Pero el
deleite auténtico se encuentra en la vinculación en base
a la semejanza a D’s,
a través del comportamiento según Sus caminos, y no en la
bajeza de las
pasiones. El pecado del Primer Hombre confundió el orden y las
ideas, y la
capacidad de juicio de la persona para aclarar qué es realmente
bueno para él,
se debilitó mucho. La persona comenzó a buscar el deleite
producto del placer material,
las pasiones y el descenso a la particularidad egocéntrica, e
incluso el
intelecto fue esclavizado a su ánima animal, para perseguir el
bien imaginario
que finalmente es malo, y procurarse lo cómodo, lo hermoso, lo
que fluye y es
agradable al cuerpo.
Cuanto más espiritual se hace la
persona reconoce más que debe recibir para poder entregar, y su
voluntad se
depura y se hace más general. La vinculación con D’s y la
kdushá (santidad)
llegan junto con el fortalecimiento de la entrega y la influencia. El Sforno
explica que esa era la conducción de Noaj: “Con D’s
marchó Noaj” (Bereshit
6:9), “marchó por Sus caminos, brindándole al
prójimo y amonestando a las
personas de su generación”. En una generación de malvados
la dificultad es
mucho mayor cuando se intenta brindar al prójimo y no ser
influido por el
ambiente de bajos placeres que ahoga, o encerrarse para salvarse a
sí mismo.
Rabí Nejemia dice que incluso si Noaj hubiese vivido en una
generación como la
de Moshé o Shmuel y no en una generación de malvados,
habría sido considerado
un gran tzadik (justo), “como una vasija
de afarsemon
bien cerrada que se encontraba entre las tumbas, y su aroma se
esparcía. Y si
se hubiese encontrado fuera de las tumbas, mucho más. Como una
virgen que se
encontraba en un mercado de prostitutas y no se escuchó
ningún rumor respecto a
ella, si se hubiese encontrado en un mercado de mujeres correctas mucho
más”
(Bereshit Rabah 30:9). Más difícil que brindar, le era
para Noaj amonestar a
las personas de su generación intentando enderezar sus
concepciones. Cuando las
personas se interesaban por qué planta y corta pinos, y
construye un arca
enorme durante 120 años, él les contaba que D’s
hará descender un Diluvio sobre
el mundo por sus malas acciones, pero ellos no sólo que no se
arrepentían sino
que lo despreciaban siempre.
“Todas las trasgresiones de la Torá traspasaron las
personas de
la generación del Diluvio, pero su veredicto de ser borrados su
recuerdo con
las aguas fue sellado cuando comenzaron a robar los unos de los otros,
como
dice el versículo ‘pues la tierra se ha colmado de
extorsión’ (Bereshit 6:13)”
(Midrash Tanjuma 4). Aparte de ello nuestros sabios recalcan que
estaban
colmados de libertinaje e idolatría (Bereshit 6:11, Rashi). Con
eso ellos nos
bosquejan el ambiente moral rebajado que gobernaba en esa
generación. Toda
persona se siente sólo a sí misma, roba la mujer de su
prójimo y le quita sus
pertenencias. La extensión sin límites de cada uno,
generó una reacción según
esa medida, la pérdida de límites del agua que
descendió e inundó la tierra.
En un mundo colmado de maldad y confusión la persona puede
llegar a
pensar que no tiene ningún valor la gota de su tzidkut
en el mar de
oscuridad. De Noaj aprendemos lo contrario, ya que su tzidkut
fue la que
le entregó una esperanza al mundo. El destello de luz tiene un
valor decisivo,
y de él se renovará el mundo. También los animales
se corrompieron, a
consecuencia de la influencia interna negativa de las personas, “D’s
vio la
tierra, y he aquí que estaba corrupta, pues todo ser de carne
había corrompido
su camino sobre la tierra” (Bereshit 6:12), “incluso las bestias
domésticas,
las fieras salvajes y las aves cohabitaban con otras especies” (Rashi).
La
buena influencia de Noaj deja cierta esperanza para todas las especies,
a
través de los animales que no pervirtieron su naturaleza.
Encerrado en su oscura arca sacudida, Noaj se comporta al revés
de su
generación. Siendo consciente de su responsabilidad para todo el
futuro del
mundo, se conduce como quien no presta atención a sí
mismo. “Dijo Rabí Levi,
todos esos 12 meses no durmió, ni Noaj ni sus hijos, porque
tenían que
alimentar a las bestias, animales y aves. Rabí Akiva dice,
incluso todas las
necesidades de cada animal trajeron para alimentarlos. Hay animales que
comen a
las dos de la mañana, y hay quienes comen a las tres… Una vez
Noaj se olvidó de
dar de comer al león, este lo atacó y salió
cojeando, como dice el versículo ‘y
quedó Noaj’, es decir, no quedó entero. Y Por ello no
podía ofrecer un
sacrificio, y lo hizo su hijo Shem en su lugar, y al respecto dice el
versículo
‘he aquí que el justo en la tierra pagará’ (Mishlei 11).
Rav Una citando a Rabí
Iosi dijo, salió quejándose y sangrando por el
frío” (Midrash Tanjuma 9).
Noaj se convirtió en la nueva raíz para toda la
humanidad, por ello
todos los pueblos son llamados “Hijos de Noaj” en su nombre. Nuestro
patriarca
Avraham también él recibió su influencia
profética de Noaj, pero se elevó por
encima de su nivel, y será elegido por D’s para edificar una
nación que será
capaz de elevar la humanidad de su caída a la corrección
plena.
Rav
Shlomó Aviner (reimpresión)
Pregunta: Cuando
rezo no siento nada especial, y mismo cuando cumplo las mitzvot
o estudio
Respuesta: Este es un tema delicado. Si alguien realiza el culto de
D’s para
alcanzar una experiencia sentimental o religiosa, es signo que sin duda
no está
sirviendo a D’s sino a sí mismo. Significa que su culto a D’s
está condicionado
por cierto sentimiento religioso, no es puro. Evidentemente,
también el culto Divino
que no es desinteresado constituye un culto a D’s, pero si sirves a D’s
a pesar
de que no sientes nada, entonces significa que lo haces sin
condiciones.
Entonces, ¿qué necesidad de pedir un consejo para
descender de este nivel de
servicio Divino a uno de culto insincero, tan sólo para sentir
la emoción?
Sin duda, podemos estar convencidos que al final del camino sentiremos
una emoción sagrada, sublime e intensa, pero no es ese el
objetivo del culto a
D’s. Existe una diferencia fundamental entre el saber y el querer.
Sabemos que
así será, pero no es el principal motivo.
Rabí Moshé Jaim Luzzato comienza su libro “Mesilat
Iesharim” (“El Sendero de los Justos”) señalando que el
fundamento de la santidad es “encontrar el placer en las proximidad de
D’s y
disfrutar del esplendor de Su Presencia” (Capítulo
I). No obstante, el Rav Kuk nos explica que “no hay que
comprender esta expresión en el sentido de un deseo
egoísta” (Orot HaKodesh
Guimel 167).
El Señor del Universo creó al hombre para que llegue al
verdadero
regocijo a través del culto a D’s, pero el objetivo de nuestro
servicio debe
ser el cumplir con la voluntad Divina, o como lo expresa nuestro
maestro, el
Rav Kuk: “Dar satisfacción a nuestro Creador” (Musar Avija 2:4).
Alcanzar la
perfección en nuestro culto a D’s significa cumplir las
“necesidades de D’s” (“avoda - tzorej gavoa”), la
aspiración de
hacer únicamente la voluntad Divina y no para obtener una
recompensa, ni
siquiera una gratificación sentimental.
Se puede comparar esta situación a una persona que salvó
a su ciudad y
recibió por hacerlo una gran recompensa de mil piezas de plata.
Debe estar
feliz por haber salvado a una ciudad y no por la recompensa recibida (Ibíd.).
Nuestro objetivo supremo debe ser realizar la voluntad de D’s, y
sólo
después buscar la emoción. No siempre el individuo se
emociona. El Rav Kuk cita
el libro “Jovot Halevavot” (“Las
obligaciones de los corazones”) de Rabeinu Bejaie Iben Pakuda, el que
dice que
quien desea cambiar su propia naturaleza para bien y llevar a cabo una
revolución en su interior, debe estar dispuesto a probar el
gusto del “sam hamar”, el medicamento amargo (Shaar Avodat Elokim, Cap.5).
Evidentemente, quizás el remedio sea dulce, pero hay que estar
predispuesto a
que también sea a veces amargo (Musar
Avija, 2:1).
No siempre nos emocionamos. El yerno del Rav Kuk se quejó ante
él por
el hecho de que no sentía un progreso en el estudio de
Meorot
HaShabat
El cometido de esta sección es
familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat.
Cada uno
debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en
cuanto a los
detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat,
y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Kidush
La obligación de hacer Kidush
por la mañana recae sobre toda persona sólo
después de haber rezado el rezo de Shajarit
(rezo por la mañana) [1].
La razón, es que el Kidush está relacionado con
el momento en que se
puede comer, y de momento que antes del rezo no está permitido
comer, no es
considerado el momento adecuado[2].
Por lo tanto, de momento que antes
del rezo no hay obligación de hacer Kidush, si bebe algo
antes del rezo
[bajo las condiciones de la halajá] no tiene que hacer Kidush
antes de beberlo[3].
Una persona que rezó, de momento que
ya tiene obligación de hacer Kidush, tiene prohibido
comer o beber antes
del Kidush, e incluso beber agua[4].
El Kidush del día puede
hacerlo antes del rezo de Musaf, y luego de haber hecho el Kidush
tiene permitido comer algo liviano, como frutas o mezonot hasta
el
volumen de kabeitza, e incluso pan hasta el volumen de kabeitza[5].
Si no tiene mezonot y come
sólo frutas, de momento que no es considerado una comida, debe
beber reviit
vino aparte de lo que bebe de la copa del Kidush, para que sea
considerado “Kidush donde se come”, y luego podrá comer
frutas[6].
[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 289 inciso 1).
[2](allí, Mishná Brurá inciso
7).
Una persona que tiene
permitido comer antes de rezar, por ejemplo una persona enferma o
similar, si
desea comer y beber antes del rezo debe hacer Kidush antes de ello,
porque en
su caso incluso antes del rezo es considerado el momento de la comida y
la
obligación recae sobre él (allí, Biur
Halajá comienza jovat Kidush).
[3](allí, inciso 1, Mishná
Brurá inciso 7).
[4](286 inciso 3, Mishná Brurá inciso
7. 289
inciso 1).
[5](286 inciso 3, Mishná Brurá inciso
7 8. Y véase
Shaar HaTziun inciso 7).
[6](allí, Mishná Brurá inciso
7).
Y si no tiene
suficiente vino, puede confiar en las opiniones que alcanza con que
beba reviit
vino de la copa del Kidush para que le sea considerado Kidush donde se
come
(allí, Mishná Brurá).