Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Tzav     12 de Nisan 5777     Shabat HaGadol     No 1114


Rav David Landau

¡Kadesh!
Rav David Landau

En el Seder de la noche de Pesaj lo primero que hacemos es: “¡Kadesh!”.
En la salida de Egipto le fue dicho a Paró (El Faraón): “Mi hijo primogénito es Israel” (
Shmot 4:22), “envía a Mi pueblo” (Shmot 5:1). Fuimos elegidos como un pueblo kadosh (santo). Esa es la declamación para los gentiles: Somos primogénitos. ¿Qué es primogénito? No depende del hijo, sino que el padre lo convierte en primogénito, es un hecho. Esa persona, ese judío, es kadosh para siempre, y en base a ello recae sobre él una kdushá (santidad) especial y halajot especiales. Y ese pueblo, tiene un orden especial, una halajá especial, una educación especial: “Santifica a Mi todo primogénito” (Shmot 13:2). Hay una mitzva de santificarlo. Y si no sabremos y no lo declamaremos, ¿acaso no será kadosh de por sí? A pesar que es kadosh, hay una mitzva de santificarlo, expresarlo y hacerlo saber, con acciones y conocimiento. Hay una mitzva de santificarlo, a pesar que es kadosh incluso en contra de su voluntad propia.
Así es en cuanto a Clal Israel (la totalidad genérica del Pueblo de Israel): “Santos serán” (
Vaikra 19:2). A pesar de ustedes mismos ustedes son santos, ya sea que ustedes quieren saberlo, ya sea que ustedes quieren ignorarlo. En Pirkei Avot está escrito: “Son apreciados Israel, que fueron llamados hijos de D’s” (Avot 3:17). Eso es un hecho. Continúa la Mishná: “Fueron más apreciados, que se les fue comunicado”. Cuando hay conocimiento y reconocimiento, es más apreciado. Pero la kdushá de Israel no depende de su conocimiento, sino que es un nivel más elevado. A pesar que eso es un hecho, es importante que ese hecho sea clamado, sea conocido y se exprese por la persona. Es una mitzva santificarlo. Esa es la primera palabra en el seder Divino especial de Pesaj: “Kadesh”, hacer saber la kdushá, revelar el conocimiento del judaísmo, por parte de nuestra existencia general, y por parte de cada uno y una de nosotros. Tenemos dos rostros: Cada uno de nosotros tiene una existencia doble. Tenemos la existencia personal particular, y una existencia pública como parte de Clal Israel. Ese conocimiento, esa declamación, se expresa en la palabra “Kadesh”. La primera palabra es la declamación de la kdushá en su naturalidad, su existencia y su plasmación. Tiene una importancia singular, un valor especial de mitzva, que eso sea expresado en conocimiento y cumplimiento de la mitzva, con acciones y palabras. Ese es el significado de “Kadesh” (según Sijot HaRav Tzvi Iehudá, Moadim Bet, pág. 58-63).


Rav Shlomó Aviner

Educación traducida
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: ¿Cómo podemos entender el terrible fracaso de la educación secular en el país? No hablo de la educación en cuanto a la Torá y las mitzvot que falta del todo, sino que de la educación a la moral y lo israelí. Los maestros son personas buenas y rectas, y también en el Ministerio de Educación se encuentran personas de valores. ¿Qué es lo que pasa? Dicho sea de paso, lamentablemente las influencias seculares en la educación van infiltrándose más y más en la educación religiosa.
Respuesta: No es un problema nuevo. Surgió desde que los judíos comenzaron a desconectarse de la fe en D’s y el culto a D’s. Por supuesto que también existe entre los gentiles en todo el mundo occidental.
La desgracia es que la moralidad secular es una moralidad superficial, y por ello es una moralidad débil que no puede hacerle frente a los brotes de los deseos, como explica el Rav Kuk al principio del libro “Musar HaKodesh”. Y también el nacionalismo secular es superficial y se encuentra con duras crisis.
Ya hace mucho tiempo que el nacionalismo secular se basa en la concepción del escritor “Ejad HaAm”. Él tenía conocimientos de judaísmo y también un estilo muy entusiasmado, y por ello logró descarriar muchas personas con sus escritos. Nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk lo define como “el que estudió y lo abandonó todo, y basó con su herejía y su estilo el pensamiento nacional secular de Israel”. Por su estilo brillante y sus vastos conocimientos, no se dieron cuenta que por la cantidad de influencias que él absorbió su creación está colmada de contradicciones, y su actitud frente a la religión no es profunda. Y nuestro Ministerio de Educación marcha tras él.
Ejad HaAm estaba a favor de la tradición judía, pero sin Torá ni mitzvot. Entonces, sería bueno que explicase que comprende esa tradición judía. Es decir, sus palabras son de negación, pero no habla de lo que sí tiene. No Torá escrita ni Torá oral. ¿Entonces, qué es ese judaísmo del que él habla?
Él también negó el nacionalismo político de Hertzel y también el sionismo de asentamiento de Jovevei Tzion, y apoyaba el nacionalismo espiritual. También en este caso negó, y no se molestó en explicarnos qué es ese nacionalismo del que habla.
En su opinión hay que cuidar sólo la moral nacional, es decir, vaciar el judaísmo y el nacionalismo de todo el pasado de la Torá y las mitzvot, y cuidar sólo las bases humanas generales. Entonces, se está borrando a Am Israel (el Pueblo de Israel), y se lo convierte en un concepto general humano. Por supuesto que no nos oponemos a los valores genéricos humanos, pero si toda nuestra existencia es moralidad general humana, entonces borramos a Am Israel.
Nuestro Ministerio de Educación marcha por ese camino, y como lo definió nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk, enseñan en él una enseñanza gentil traducida al hebreo. Y esa orientación va penetrando más y más en la educación religiosa e intenta introducirse también en la educación jaredi (ultra ortodoxa). Llegamos al nacionalismo sin nacionalismo y el judaísmo sin judaísmo. Por supuesto que es una desgracia judía nacional. Y el remedio es sabido: Añadir Torá, añadir nacionalismo auténtico, añadir amor por Israel auténtico.
Pero no debemos desesperar. Las acciones corruptas, las palabras corruptas, los pensamientos corruptos. Pero la sgulá (esencia espiritual intrínseca) de Israel interna no se corrompe. Ella es pura. La naturaleza israelí es santa y pura, sólo está cubierta de máscaras que la ocultan. Pero despertará, y va despertando. Junto con el renacimiento nacional surgirá también el renacimiento del kodesh (lo santo).


Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Encendido de las velas
Cuando se hospedan varias familias o varias mujeres en un mismo lugar y comen juntos en un mismo comedor, si cada familia o cada mujer tienen un cuarto separado para dormir, según todas las opiniones cada mujer puede bendecir cuando enciende las velas en su cuarto, y una de las mujeres encenderá y bendecirá en el comedor. Y a pesar que no comen en los cuartos, y no los utilizan para preparar la cena, de todas formas pueden encender y bendecir allí, porque también en los cuartos es obligación encender velas por la paz del hogar, para que no se tropiecen con maderas o piedras[1].
En efecto, cuando encienden las velas en los cuartos donde duermen, es necesario que las velas sean suficientemente largas para que continúen encendidas hasta que regresen a los cuartos luego de la cena y puedan disfrutar de la luz de las velas, porque de lo contrario su bendición es en vano, como fue explicado anteriormente[2].
Muchos hoteles, por razones de seguridad y similares, no permiten encender velas en los cuartos, y por otro lado determinar un lugar fijo para encender velas de todos los huéspedes, donde no se come ni se duerme, y en ese caso se debe preguntar a un talmid jajam (erudito del estudio de la Torá) qué hacer en cuanto a la bendición en ese lugar.


[1](Shuljan Aruj 263, Mishná Brurá inciso 38).
[2] Véase anteriormente.