Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Mishpatim     29 de Shvat 5777     Shabat Shkalim     No 1108


Luces del cielo en la vida terrenal
Rav David Jai HaCohen

Este Shabat es doble, con dos libros de la Torá y con dos Parashot – Mishpatim, que es leída luego de haber leído la semana pasada la Entrega de la Torá, y Parashat Shkalim – que es la primera de las cuatro Parashot entre el mes de Adar y Nisan. La Parashá Mishpatim está colmada de mitzvot, y sólo al final de ella continúa la descripción del episodio en el Monte de Sinai y el compromiso que pactó D’s con Am Israel (el Pueblo de Israel) sobre la entrega de la Torá. El hecho que Parashat Mishpatim se encuentra dentro del relato del recibimiento de la Torá atestigua que las leyes son la consecuencia directa de ese magnífico episodio, donde nos encontramos cara a cara con el Creador del Mundo cuyas palabras nos llegaron del impresionante fuego. No es tan claro cómo se vinculan con ese episodio las leyes terrenales que se ocupan de las relaciones entre las personas y sus prójimos, como los daños de los vecinos, ladrones, cuidadores y otros. La respuesta es que el que escuchó la voz de D’s no puede continuar como si nada hubiese pasado. Él necesita que todos los órdenes de su vida sean afines a esa alta magnificencia que lo elevó del mundo del polvo que se encontraba antes. Él no puede esclavizarse a otra persona, o que la voluntad de una persona ajena gobierne sobre su vida. Y si a pesar de ello dirá el esclavo “amo a mi señor… no saldré libre” (Shmot 21:5), hay aquí un defecto en su oído, y la oreja que escuchó en el Monte de Sinai “Mis siervos son los Hijos de Israel, siervos Míos son” (Vaikra 25:55) y se hizo un dueño para él – será perforada. Una persona que D’s se encuentra frente a él no puede dañar con su habla o su conducta ese magnífico episodio. El comienzo de las leyes es tan parecido al comienzo del Shuljan Aruj (libro de halajá por excelencia): “‘Al Eterno he puesto siempre delante de mí’ (Tehilim 16:8) es una gran regla en los niveles de los tzadikim (justos), porque la persona no se comporta cuando se encuentra frente al rey como cuando se encuentra en su casa”. Entonces, antes que nada, cuando nos encontramos con D’s recibimos un título de nobleza que nos obliga a comportarnos de acuerdo a ello. De allí, pasa la Torá a las severas reglas de comportamiento de la persona con su prójimo. El que daña a su prójimo de toda forma que sea lo pagará, ya sea que lo hirió físicamente o que lo hizo sufrir. Así también en cuanto al esclavo, el derecho de pertenencia no le permite a su amo abusar de él de ninguna forma. Así es adecuado para el que recibió la Torá, amar a toda persona y respetarla. Esa responsabilidad incluye todo lo que se encuentra en su poder, como animales que no dañen, y si dañaron deberá indemnizar…
Vemos entonces que la persona buena y temerosa de D’s tiene prohibido que salga de él algo malo o daño para el particular o el público. Así dijeron nuestros sabios en cuanto al versículo en Ishaya “digan que el tzadik es bueno porque el fruto de sus obras comerá” (Ishaya 3:10) – ¿acaso hay un tzadik bueno y un tzadik que no es bueno? Bueno para con el cielo y las criaturas es un tzadik bueno, bueno para con el cielo y malo para con las criaturas no es bueno. De eso está claro que la labor de la persona no puede limitarse a un solo campo, ya sea el campo de la persona y su Creador, ya sea el campo de la persona y su prójimo. Pero hay un aspecto que puede influir en todos los otros campos, como dijeron nuestros sabios “la persona debe ocuparse siempre de la Torá, incluso si no es por la buena causa, porque haciéndolo no por la buena causa llegará a hacerlo por la buena causa”. Cuanto más se estudia con rectitud y sin una meta negativa, hay en ello una kdushá
(santidad) que refina la personalidad hasta que la lleva a una gran elevación. Y hay una kdushá agregada que puede influir en la corrección en todos los campos y es el sacrificio por Am Israel. Ese sacrificio purga muchos pecados y nos acerca a toda la plenitud de la Torá y las mitzvot. Así vimos con Rut, cuya más elevada voluntad era acercarse al D’s de Israel y Su Torá cuando le dijo a Nomi “tu pueblo es mi pueblo, y tu D’s es mi D’s” (Rut 1:16) y de esa forma se hizo merecedora de ser la matriarca del reinado eterno de Am Israel.
Aquí se encuentra también el punto de contacto con la Parashá Shkalim que abre el mes de Adar, el mes donde nos salvamos del peligro de Amalek. Era sabido frente a D’s que Haman en el futuro pagará dinero para atacar a Am Israel, y por ello antecedió los shkalim de Am Israel, cuando les ordenó entregar medio shekel, para que sean recibidos los shkalim de Am Israel y desplacen las monedas de Haman. La mitzva de los shkalim
tiene un valor general de todo Am Israel que están unidos a D’s por su esencia, también sin acciones especiales por parte de las personas. El kodesh (lo santo) y su culto se basan en cada uno de los miembros de Am Israel y la parte de cada uno es igual a la de su prójimo. Pero en nuestro mundo hay diferencias, hay un talmid jajam (erudito del estudio de la Torá) y hay un ignorante, hay tzadikim y medianos y también malvados, ¿cómo se los puede igualar a todos? En el aspecto de las acciones hay diferencias entre unos y otros, pero en el aspecto del alma Divina de Israel todos son iguales. Entonces, la mitzva del medio shekel nos revela la santidad de las almas de Israel, que antecede a las mitzvot. Hay una kdushá que es la razón por la cual D’s nos entregó Su Torá y nos santificó con Sus mitzvot, como la Entrega de la Torá es la razón de las leyes. Y también si hay debilidades en alguna generación o algún público, la kdushá genérica interna no cambia ni es adulterada nunca. Respecto a ella fue dicho: “Negra soy pero bella… no me miréis con desprecio por cuanto soy morena” (Shir HaShirim 1:5-6), y respecto a ella atestigua D’s “toda tú eres hermosa mi compañera, y no hay en ti defecto alguno” (Shir HaShirim 4:7). “Bienaventurado es el pueblo que así le es, bienaventurado es el pueblo que el Eterno es su D’s” (Tehilim 144:15).


Rav Shlomó Aviner

Universidad kshera, ejército kasher, pueblo kasher
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: ¿Qué es preferible, una universidad común donde se encuentran religiosos y seculares, o una Mijlala (centro de estudios superiores) separada para religiosos?
Respuesta: En forma básica, por supuesto que es preferible que estudiemos todos juntos, porque somos un mismo pueblo. Pero a condición que eso no estropee el temor a D’s. Por ello, si hay problemas con los temas estudiados, con el ambiente cultural general que hay allí, y también si se mezclan los hombres y las mujeres, entonces una Mijlalá kshera es preferible. El temor a D’s es más importante que todo.
Pregunta: ¿Pero en la Mijlalá no se estudia todo, y entonces los religiosos saldrán perdiendo en materias importantes?
Respuesta: Es cierto. Añadido de conocimiento es realmente importante, pero ser recto y bueno es más importante. Es más, toda la bendición del conocimiento depende de que la persona sea buena. Sin ello, puede utilizar ese conocimiento para mal. El Rav Kuk explica en el libro “Orot HaTshuvá” que el pecado atonta el resplandor del intelecto (Orot HaTshuvá 10:5). Y así escribe: “Se ocuparán las ciencias de cómo plasmar en la práctica todos los detalles, que los buenos y rectos deseos que gobiernan en el mundo aspiran a ellos, y son ellos mismos las necesidades de la vida correcta material y espiritual, pero la cima de su meta general debe ser la sensibilidad de la voluntad misma” (Orot HaTshuvá 15:2).
Pregunta: ¿No todos comprenden eso?
Respuesta: Comprenden. También gentiles rectos lo comprenden. El humanista Rabelais escribió: Ciencia sin moral no es más que la desolación del alma. ¡Y él dijo eso en nombre del rey Shlomó!
Pregunta: ¡¿Realmente?!
Respuesta: Si. La traducción de lo que dijo: “… pero según el sabio Shlomó, el raciocinio no entra en el alma con malicia, y la sabiduría sin moral no es más que la desolación del alma, por ello te es adecuado rendirle culto, amar y temer a D’s, y entregarle todos tus razonamientos y todas tus esperanzas. Y a través de la fe colmada de brindado ser fiel a Él, de forma que nunca te apartes de Él por el pecado”.
Pregunta: Como gentil, es muy respetable… Pero si no me equivoco, usted mismo estudió en la universidad en el exterior…
Respuesta: Si. Siete años. Pero no vivía allí ni me sentí vinculado. Por supuesto que tenía relaciones de respeto y buenos modales para con todos, pero nada más que eso. Vida social encontré en el movimiento Bney Akiva, donde participaba con toda mi alma y mi ser.
Pregunta: ¡¿Y no habían mujeres en la universidad?!
Respuesta: Estudié matemática y física. Allí no había mujeres. Sólo un año hubo una muchacha, ella se sentaba en la punta de la clase, yo me sentaba lejos de ella, y no tuvimos ninguna relación. Es sobre entendido que no participé de ninguna actividad social de ningún tipo, y no tengo idea de qué ocurrió allí.
Pregunta: ¿También en nuestra universidad puede ser así?
Respuesta: Puede, pero lamentablemente no es. Enseñé dos años en la universidad de Bar-Ilan. Me pidieron, y de momento que mi hija estudiaba allí, acepté para no ser mal agradecido. Lamentablemente, me avergoncé de lo que vi allí, a pesar que es definida como una universidad religiosa.
Pregunta: Si no me equivoco, el Rav también prestó servicio militar en el exterior. ¿Cómo fue allí? Yo me atrevo a preguntar, porque en los últimos tiempos hay serias protestas en cuanto al recato en Tzaha”l (Ejercito de Defensa de Israel).
Respuesta: En efecto. Presté servicio militar completo, es decir 16 meses, como ingeniero electrónico. Pero nunca encontré una unidad mixta, de soldados y soldadas. A veces tenía que hacer algún trámite frente a alguna oficinista o secretaria, pero nada más que eso. Y no nos confundamos pensando que los franceses son recatados. ¡Nada que ver! ¡Pero ellos entendieron que un ejército mixto no podrá funcionar!
Pregunta: ¿No hubo allí actividades sociales problemáticas?
Respuesta: No tengo idea. Quizás hubo, pero no obligaron a nadie a participar de ello como hacen aquí. El ejército no tiene por objetivo proporcionar vida cultural, sino que luchar. Y por supuesto que no había ejercicios conjuntos. Lo que ocurre ahora en nuestro querido ejército, es una locura. Que D’s se apiade. Tenemos esperanzas que Tzaha”l se arrepentirá pronto. Universidad ksherá, ejército kasher, pueblo kasher.
Pregunta: Amén.


Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Encendido de las velas
Cuando encendieron las velas en la casa en un lugar que es utilizado, está permitido después del encendido [cuando todavía no se ha ocultado el sol] llevarlas a otro lugar que también es utilizado en Shabat, ya que toda la casa es un lugar adecuado para las velas. Pero hay quienes opinan que no se debe mover las velas en absoluto luego del encendido[1], y en caso de necesidad se puede fiar de la primera opinión[2].
Una mujer que encendió las velas tiene prohibido moverlas porque son muktze, según la costumbre que la mujer recibe el Shabat con el encendido de las velas como fue aclarado anteriormente[3]. Pero otra persona que aún no ha recibido el Shabat puede mover las velas.
De acuerdo a la costumbre que la mujer recibe el Shabat con el encendido, si se apagó una de las velas cuando todavía el sol no se ocultó, la mujer que encendió las velas tiene prohibido volver a encenderla, porque recibió el Shabat con el encendido de las velas[4]. Pero puede decirle a otra persona que aún no ha recibido el Shabat que vuelva a encenderla, porque también el que recibió el Shabat puede decirle a su compañero que no recibió el Shabat que haga alguna melaja para él [antes de la puesta del sol], como fue aclarado anteriormente[5].


[1]La razón de los que dicen que no se debe mover las velas y llevarlas a otro lugar es para que se vea y sea notorio que encienden las velas en honor del Shabat y no para otro fin (Lebush, 263 inciso 10).
El Beit Iosef citó lo que dijo Shibolei HaLeket que no se debe tocar las velas ni agregar aceite luego de haberlas encendido, ni moverlas incluso si se apagaron. Y escribió al respecto Drisha que es para que sea notorio para el que las encendió que ha recibido el Shabat, y tiene prohibido hacer melaja, porque cuando otros tocan y mueven las velas y se comportan como si ellas fuesen velas de todos los días, se pensarán los que las encendieron que ellos tienen permitido hacer melaja.

[2](Shuljan Aruj 263, Mishná Brurá inciso 48).
No se debe encender las velas cuando otra persona sostiene el candelabro en sus manos, también cuando piensa pasarlas después a la mesa (Elia Rabah, inciso 5 citando a Darshot Mar”sh).

[3]Ya que las velas son muktze (como es aclarado en Shuljan Aruj 277. Y véase las acotaciones de Rabí Akiva Iguer 263 inciso 10).
[4](Véase 263 inciso 10, Mishná Brurá inciso 27).
[5](Allí, inciso 17). Y es aclarado más adelante.