Parashat Bo 8 de Shvat
5777 No
1105
Rav Eran
Tamir
Se puede decir que muchas veces cuando una persona
hace algo con precipitación, tal parece que en realidad no tiene
vinculación
con el tema, sino que quiere terminarlo pronto, liberarse de su peso.
El apuro,
la precipitación y la rapidez (como dice Rashi allí) es
expresión de la actitud
frente al mal pasado del que la persona quiere desconectarse y
liberarse. Y
como dice el Rav Kuk (Maamarei HaReaya 165) en cuanto a la salida de
Egipto,
que la precipitación era necesaria para escapar de la impureza
de Egipto y su
corrupción, porque no éramos capaces de purificar y
depurar las partes
positivas que se encontraban escondidas en la profundidad de la
oscuridad en la
que nos encontrábamos durante 210 años: “He aquí
que un grupo de esclavos de
muchos años [el Pueblo de Israel] que casi olvidó
completamente la grandeza que
moraba en su ser en base a la herencia de los patriarcas,
representantes del
D’s en todo el mundo… he aquí que se levantan con el impulso de
la mano
maravillosa [con precipitación, apuro y celeridad] para
diferenciar ese pueblo
de toda la oscura existencia de todos los pueblos idólatras que
colmaban el
mundo en todos los asentamientos en ese entonces… un escapado de todo
el mundo”.
En contraste con la gueulá de
Egipto en la que todavía no éramos capaces de alumbrar al
mundo,
influir en él y purificarlo a través de la
revelación de los aspectos Divinos
positivos que se encuentran en los abismos de la oscuridad e impureza,
nuestra
última gueulá no es una gueulá de
escapado, sino que una gueulá
de edificación. No sólo desconectado de la impureza, sino
que también
revelación de las fuerzas de vida positivas que hay en ella y su
depurado con
la gueulá plena. No sólo una gueulá
en cuanto al mal pasado, sino
que principalmente frente al presente y el futuro. Y por ello para
edificar
realmente una gueulá plena, que incluya dentro de ella
todas las fuerzas
de vida naturales y las alumbre en base a la kdushá
(santidad) Divina
escondida en ellas, se necesita hacerlo despacio, en forma gradual, con
procesos
que van edificando poco a poco en forma básica y profunda, firme
y fija, a
nosotros y a todo el mundo, en todos sus aspectos y su complejidad. Y
como dice
el Rav Kuk “nos preparamos para la gueulá futura, la gueulá
en la
que en su estandarte se encuentran grabadas las palabras ‘porque no
saldréis
con apuro’. Con pasos lentos vamos marchando hacia la gueulá,
y su meta
no es ahora ese escape de todo el mundo [como en la gueulá
de Egipto]
porque en el transcurso del tiempo ya hemos alcanzado a alumbrar los
horizontes
[los páramos de la vida] que estaban oscuros. Nuestra influencia
alcanzó a
depurar el mundo en muchos niveles, y las huellas del resplandor de
nuestra
alma que fue recalcada con la kdushá de nuestra Torá
y nuestra
forma de vida… se transformaron en estrellas de luz para muchos
pueblos”.
Y así termina sus palabras allí, hablando de la meta de
nuestra gueulá
y la gueulá de todo el mundo: “Somos llamados a la gueulá
lenta
contraria a nuestra precipitación, para que podamos presentarnos
frente a todo
el mundo en forma pulida, en una situación de un alma
purificada, que todas sus
escorias ya se han apartado de ella, y se encuentra en todo su
esplendor para
revelarse frente a todo el mundo, para ser un fulgor para todos los
pueblos
bajo el cielo…”. Pronto, en nuestros días, ¡Amén!
Rav
Shlomó Aviner
¿Cómo
nos arreglaremos en el Kotel (Muro de los Lamentos)? Las
reformistas
quieren leer
Hay
dos respuestas: Una respuesta según la halajá,
Divina, de fe, y una
respuesta jurídica, según la ley, filosófica.
La
respuesta según la halajá es que todo eso
está prohibido. Está prohibido
en todo lugar, y por supuesto que está prohibido en un Beit
Kneset (Sinagoga),
y mucho más en el Kotel, que es el Beit Kneset
más santo que
tiene Am Israel (el Pueblo de Israel). Estamos en contra de la
coerción
religiosa. Lo que hagan los reformistas en sus casas o en sus casas de
rezo, no
nos metemos. Pero ellos no deben profanar la santidad de nuestro santo Beit
Kneset de todas las generaciones.
En
cuanto al aspecto filosófico jurídico, Jeremy Bentham, el
gran filósofo
jurídico, fundador de la concepción utilitarista,
determinó un principio moral
y jurídico, que se lo puede formular en palabras sencillas: “La
mayor felicidad
para la mayor cantidad de personas”.
El
“principio de la mayor felicidad” fue adoptado después
también por el filósofo
John Stuart Mill, es decir, “la repartición de la mayor
felicidad entre la
mayoría de las personas”.
Entonces,
¿quién es en este caso la mayoría de las personas?
¿Los reformistas o los otros
judíos? (según las estadísticas la mitad de los
reformistas son gentiles, por
los casamientos mixtos y falsas conversiones, pero para nuestro caso
consideraremos que todos ellos son judíos). Los reformistas en
el país son
0.39%, y el resto de los judíos son 99.61%. Un cálculo
rápido muestra quién es
la mayoría. No hemos dicho que los religiosos son un 20%, por
ejemplo, o los
tradicionalistas un 40%, sino que hablamos de todos los judíos.
Todo judío
secular cuando llega al Kotel está interesado en
calentar su corazón con
una vivencia de judíos temerosos de D’s, y no de judíos
reformistas. Él es
secular, pero no considera a los reformistas como judaísmo
auténtico. En otras
palabras: Él no es secular – reformista, sino que secular –
ortodoxo.
Por
ello, por ejemplo, de momento que ese tema es tratado por nuestro
gobierno en
nuestro país, somos llamados a acudir a salvar nuestro Kotel.
En efecto,
sabemos que los reformistas están muy frustrados de que ellos
llegan al Kotel
en un número ínfimo (como es sabido, sus dirigentes
reciben sueldos
exorbitantes) y al mismo tiempo llegan judíos temerosos de D’s
en cantidades
(sin recibir sueldo). Y también en el Kotel antiguo, que
es llamado la
explanada sur, ahora hay allí grandes grupos de personas
temerosas de D’s que
rezan, en forma fija, con separación entre hombres y mujeres.
Por
ello, en los días que los reformistas llegan al Kotel -
una vez por mes,
por lo general en Rosh Jodesh (principio de mes) para leer
Todo
con tranquilidad, con buenos modales, con delicadeza, según la
ley, en base al
amor a D’s y Su Torá.
Escucha
Israel, el Kotel es nuestro Kotel, el Kotel es
uno.
Meorot
HaShabat
El cometido de esta sección es
familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat.
Cada uno
debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en
cuanto a los
detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat,
y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Encendido de las velas
En ciertas circunstancias no se
recibe el Shabat con el encendido de las velas: Si se hace una
condición, o si un hombre enciende las velas de Shabat.
Si es necesario, la mujer puede hace
una condición y decir en forma explícita que no
recibirá el Shabat con
el encendido de las velas[1],
y cuando hace esa condición
ella tiene permitido continuar haciendo melajot que
están prohibidas en Shabat
también después de haber encendido las velas [hasta que
reciba el Shabat
en forma explícita, o si llega el momento en que Shabat
comienza de por
sí]. E incluso si no formuló una condición en
forma explícita, sólo pensó que
no recibirá el Shabat ahora con el encendido de las
velas, alcanza con
ello, y luego del encendido de las velas todavía tiene permitido
hacer melajot[2].
Cuando un hombre enciende las velas
de Shabat, incluso si recita la bendición
correspondiente, se acostumbra
que no recibe el Shabat de esa forma, y por ello tiene
permitido hacer melajot
también después del encendido. Y de todas formas, es
bueno que haga una
condición explícita que no recibirá el Shabat
con el encendido de las
velas[3].
[1](Shuljan Aruj 263 inciso 10). En el Shuljan Aruj es citada
una
controversia en cuanto a la mujer que hace una condición antes
del encendido de
las velas que no recibirá el Shabat, si esa condición
tiene vigor o no. Y
escribieron los sabios que determinan la halajá que de momento
que hay
diferencias de opinión al respecto, no se debe hacer algo
así salvo si es
necesario (allí, Mishná Brurá inciso 44, citando a
Maguen Avraham).
La mujer que acostumbra a bendecir “sheejeianu” en
vísperas de Iom Kipur o Iom Tov cuando enciende las velas no
puede condicionar
que no recibirá la kdushá del día con el encendido
de las velas (Shu”t Zejer
Simja inciso 44. Kaf HaJaim 514 inciso 112).
[2](Allí, inciso 10, Ram”a). Y en cuanto a cuándo
debe bendecir, véase más
adelante.
[3](Allí, Mishná Brurá inciso 42).