Parashat Vaiakhel 25 de
Adar
Alef 5776 Shabat Shkalim No 1059
Rav Zeev
Karov (reimpresión)
En contraste con otras formas de
pensar, en el judaísmo el arte siempre tuvo un papel importante.
Justamente el
mundo de
Uman (artista) y Emuná (fe), provienen de
una misma fuente. El creyente descubre el vínculo interno que
existe entre el
hombre y su Creador, y en forma similar el artista expresa y descubre
mundos
internos.
El artista es una persona que tiene
la capacidad de expresar el mundo interno en una creación
material. Su talento
le permite ser fiel en su obra a los sentimientos y los pensamientos.
El arte
es considerado exitoso cuando los medios de expresión externos
son fieles al
mundo interno.
Cuando D’s ordenó construir el Mishkan
(Tabernáculo), buscó alguien que posea talento
creativo. No un profeta,
sino que
un artista. Para construir el Mishkan de forma que
también la
construcción física exprese y sea acorde a su
singularidad espiritual, se
necesita un gran artista. D’s le hace notar a Moshé ese gran
talento. “Am
Israel en Egipto, que estaban oprimidos y trabajaban con la
arcilla y los
ladrillos, no se ocuparon de la orfebrería, el trabajo del oro,
la plata, y el
pulido de piedras preciosas, y ni siquiera las vieron. Y
maravillosamente,
encontraron entre ellos una persona que es hábil en el oficio de
la plata y el
oro, y el esculpido de la madera y la piedra... porque incluso entre
los que
son aprendices de los expertos en esa materia, no existe quien sea
hábil en
todas esas artes a un mismo tiempo” (Ramba”n).
A pesar de la importancia de la
creación, para nosotros el arte no es un valor primordial que
debe ser colocado
en la cima de la pirámide espiritual. No somos capaces de rendir
culto a una
creación y convertirla en un “ídolo de oro” de nuestros
tiempos, y exigir que
todo se anule frente a ella. El papel del arte es expresar, y no
determinar
valores.
Ya hace muchos años que escuchamos
decir que para ser artista se debe ser libre de toda limitación.
Como si “la
libertad absoluta” es una condición necesaria para ser un buen
artista
productivo. De lo contrario, estamos coartando el arte.
Ese argumento no es cierto, ya sea
desde el punto de vista histórico como desde el punto de vista
de la esencia
del arte. Sabemos que en el correr de la historia hubo grandes artistas
en
distintos campos que acataron limitaciones religiosas y morales, y a
pesar de
ello eran escritores, pintores y músicos de los más
virtuosos. También en
nuestros días, entre los artistas más “libres”, es
difícil encontrar quienes
lleguen a un nivel cercano a ellos.
Pero principalmente desde el punto
de vista de la esencia del arte, las limitaciones no presentan
algún problema
para la creación, y para ello debemos comprender:
¿Qué es una creación, y quién
es un creador?
El mundo de cada uno de nosotros está
compuesto de dos factores básicos. Uno de ellos
- que es percibido por el ojo humano - es la existencia
física, como es
expresada en la práctica en forma superficial. El otro, es el
mundo interno,
que permanece oculto: Pensamientos, sentimientos y vivencias internas
que toda
persona posee. Entre ambos hay una brecha: La persona no se ve como
realmente
siente y piensa. Y no todo lo que la persona piensa y siente logra
expresarlo
en palabras o hechos. Si definimos el arte como el medio que expresa
pensamientos
y sentimientos, eso pone en evidencia cuan distorsionada y falsa es la
consigna
de “libertad absoluta para el artista”.
Un artista corrupto y pervertido
necesitará de medios pervertidos y amorales para expresar su
manchado
contenido. Pero el mundo no necesita semejantes artistas ni su
suciedad. Es
bueno para el mundo - y también para ese artista - que su arte
sea coartado.
El que es una persona correcta, las
limitaciones no son tales para su arte. La persona cuyo mundo interno
no es
pervertido moralmente, no necesita medios de expresión
corruptos. El que
comprende cuán bueno es el pudor, sabrá expresar su mundo
interno en forma
natural, libre y pudorosa. El que comprende cuanta maldad se esconde en
la
violencia, limitará su expresión artística de
forma que esta será más plena y
más afín a su mundo interno.
La exigencia de “libertad absoluta”
emana de la falta de valores y moral. Ya acotó Jaim Najman
Bialik que “por cada
pequeña porción de arte puro en la ciudad - la
mayoría encuentra abundancia de
teatros por cientos, que no se sabe a ciencia cierta qué son:
¿Bares?, ¿casas
de vergüenza?, ¿cuevas de depravados?... tendremos un arte
puro
auténticamente... que eleva y purifica al hombre, y no lo
convierte en una
bestia. Nuestro arte no sólo entretendrá al pueblo, sino
que también lo
educará”.
Rav
Shlomó Aviner
Respuesta: No
hay lo qué preguntar. “Y están son las leyes que
pondrás delante de ellos” (Shmot
21:1). Rashi cita las palabras de nuestros sabios: “Delante de ellos, y
no
delante de los gentiles. Incluso si tú sabes que en algún
caso ellos juzgan
como lo juzgan según las leyes de Am Israel (el Pueblo
de Israel), no lo
presentes frente a su tribunal, porque el que presenta un juicio de Am
Israel frente a gentiles, profana el Nombre de D’s y honra el
nombre de los
ídolos, dándoles importancia”.
Pregunta: ¿Si
ellos juzgan exactamente lo mismo, qué importancia tiene a
qué tribunal se
dirige?
Respuesta: El
juicio es el mismo, pero el sistema jurídico es distinto. No se
rigen según las
leyes de
Pregunta: ¿La
motivación no es siempre hacer justicia?
Respuesta: No
necesariamente, como lo explica el Rav Kuk. El castigo puede que surja
de una
buena intención – es decir, está prohibido hacer
injusticias, y si alguien las
comete, se debe corregir. O de una intención mala, como
mezquindad, cuando se
piensa que el prójimo no debe tocar mis pertenencias o disfrutar
de mis cosas
(Shmona Kvatzim 2:267).
Pregunta: ¿Y
si soy demandado frente a ese tribunal por la otra parte del pleito?
Respuesta: En
ese caso está permitido, no debes perder tu dinero. Pero
tú tienes prohibido
demandarlo en un tribunal estatal, sólo un Beit Din (tribunal
rabínico).
Pregunta: ¿Cómo
podemos explicar el hecho que hay judíos religiosos y jaredim
(ultra-ortodoxos)
que demandan justamente en tribunales estatales?
Respuesta: No
debemos explicar. Ellos tienen que arrepentirse sinceramente.
Pregunta: ¿Y
si yo demando a alguien en un Beit Din, pero él se niega
a compadecer
frente al tribunal?
Respuesta: Entonces
tienes permitido demandarlo en un tribunal estatal, porque como hemos
dicho, no
tienes obligación de perder tu dinero.
Pregunta: ¿Pero
nuestros sabios hablaron de un tribunal donde los jueces son gentiles,
y
nosotros comparecemos frente a jueces judíos?
Respuesta: Lamentablemente,
no siempre. Pero incluso si los jueces son judíos, de momento
que el sistema de
leyes es gentil es una profanación del Nombre de D’s, como dice
el Ramba”m al
final de las halajot del Sanhedrin (Suprema Corte de
Justicia):
“Todo el que juzgó según las leyes de los gentiles, o se
presentó frente a sus
tribunales, a pesar que sus fallos son como las leyes de Am Israel,
es
un malvado, y es como si cometió una herejía y se
rebeló frente a
Pregunta: Entiendo
de ello que está prohibido ser juez en un tribunal de ese tipo.
Respuesta: Muy
cierto. Pero está permitido ser abogado para salvar a los
acosados. No es
considerado darle legitimación al sistema jurídico, de la
misma forma que un
médico no presta legitimación a la enfermedad, sino que
se esfuerza por salvar
vidas.
Pregunta: ¿En
resumen?
Respuesta: Dijo
nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk, que en el Estado de Israel
la mayoría es
santificación del Nombre de D’s, pero hay algunas cosas en
él que son
profanación del Nombre de D’s: Juicio gentil, educación
gentil (también si es
en hebreo), y misión.
Reforzaremos y nos fortaleceremos
añadiendo santificación del Nombre de D’s.