Edición semanal
Basada en materiales de Majón Meir

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Parashat Naso     12 de Sivan 5775     No 1020


Rav Eran Tamir

“El Eterno te bendecirá y te protegerá”
Rav Eran Tamir

El primer versículo de la bendición de los Cohanim (Sacerdotes) - que es la base de todas las otras bendiciones - nos resulta extraño. “Bendición”, como es sabido, es añadido y agregado - mientras que “protección” es el cuidado de lo que hay, de lo que ya existe, de lo que ya fue revelado en la realidad. Entonces, a primera vista, el orden en el versículo tendría que ser al revés: “El Eterno te protegerá y te bendecirá”. Primero cuidado de lo que hay, y sólo después agregado de bendición. ¿Por qué, entonces, antecedió la Torá el cuidado diciendo “el Eterno te bendecirá y te protegerá” (Bamidvar 6:24)?
Explica el Rav Kuk (Olat Reaya Alef, pág. 61-62): “Tratándose de una persona común, es obligación que llegue primero el cuidado de lo que existe, y después la bendición, el agregado y el ensanchamiento, porque sólo cuando algo ya existe en la realidad y fue fortalecido en su existencia, entonces puede revelarse en él también el contenido del cuidado. Pero no es así en la bendición Divina. La bendición es la que apareja con ella la protección, y todo lo que se bendiga del Cielo será más cuidado, por la bendición misma. Y por ello, antecedió la bendición al cuidado: El Eterno te bendecirá y te protegerá”.
Es decir, desde el punto de vista del raciocinio humano y la concepción de vida realista práctico, realmente se debería anteceder el cuidado a la bendición. Pero nosotros, Am Israel (el Pueblo de Israel), pertenecemos a un orden de vida totalmente distinto – un orden Divino, que siempre está desarrollándose y renovándose, “que renueva en Su bondad todos los días, siempre…” (bendiciones de Kriat Shmá). Y por ello nosotros, como público y como particulares, todo el tiempo debemos continuar desarrollándonos y creciendo – en nuestros pensamientos, en nuestra voluntad y en nuestras acciones – y sólo así podremos realmente cuidar lo que hay, lo que fue adquirido hasta ahora. Pero, si D’s no lo permita, nos “conformaremos” sólo con el cuidado de lo que fue adquirido hasta ahora – “status quo” – no sólo que no avanzaremos, sino que nos atrofiaremos, nos debilitaremos y retrocederemos, hasta tal punto que perderemos todo lo que logramos alcanzar.
Así también se puede explicar por qué el Ramba”m – el gran educador – antecedió la mitzva de la santificación del Nombre de D’s a la prohibición de la profanación de Su nombre (Hiljot Isodei HaTorá 5:1): “Toda la Casa de Israel fueron ordenados santificar el gran Nombre de D’s, como dice el versículo ‘y Yo seré santificado entre los Hijos de Israel’ (Vaikra 22:32), y fuimos advertidos que no lo profanemos, como dice el versículo ‘no profanaréis Mi santo Nombre’ (Vaikra 22:32)”. A pesar que el orden del versículo en la Torá (Vaikra 22:32) es al revés: “No profanaréis Mi santo Nombre, y Yo seré santificado entre los Hijos de Israel”. Como si el Ramba”m nos quisiese enseñar que sólo el que quiere y actúa para santificar el Nombre de D’s en el mundo no generará – D’s no lo permita – profanación de la manifestación de D’s. Pero el que se limita sólo a no profanar el Nombre de D’s, se encontrará rápidamente en el mundo laico, y la kdushá (santidad) se encontrará muy alejada de él…
No hay dudas que una de las características de la “cultura” de nuestros días es el deseo de llegar a la “tranquilidad”, la “estabilidad” familiar, económica, social, de seguridad… Pero eso no se debe convertir en un estancado, en una situación estática, una actividad rutinaria de acostumbramiento, sino que siempre se debe intentar dirigir toda nuestra vida en base a la orientación de la bendición – agregado y ensanchamiento, crecimiento y florecimiento – y entonces lograremos también cuidar de todos los logros alcanzados hasta ahora – “el Eterno te bendecirá y te protegerá”. Amén, que así sea Su voluntad. 

Donación de emergencia

A consecuencia de la reducción de apoyo estatal y de las donaciones designadas
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 Dov Bigún
Director de Majón Meir
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Rav Shlomó Aviner

Esquema para cuidar la lengua
Rav Shlomó Aviner

Lashon HaRra – (calumnia) está prohibido incluso si es algo cierto, si se trata de algo malo respecto al prójimo.
Rejilut – (chismerío) incluso si es algo cierto y no tiene nada de malo, está prohibido porque genera peleas y controversias.
Ofensas – hablar de forma que hiere al prójimo, por ejemplo, contar de sus defectos o de su pasado,  está prohibido.
Chiste – si ofende, también está prohibido por ser Lashon HaRra u ofensas.
Casamentero o socio – está permitido e incluso es una mitzva contarle los defectos, a condición que es relevante al tema y esa es toda la intención del que cuenta.
Educador o padres – está permitido contar Lashon HaRra sobre el niño, si es necesario para su educación.
Prensa – Lashon HaRra es una prohibición severa, multiplicada por la cantidad de personas que lo leen.
Chismes respecto a algún grupo – Lashon HaRra sobre un grupo es un pecado severo multiplicado por el número de personas que componen ese grupo.
Grupo que cuenta Lashon HaRrael que se encontró en un grupo que cuenta Lashon HaRra debe intentar detenerlos. Y si no es posible, debe escaparse.
Tshuvá – (arrepentimiento sincero) el que dijo Lashon HaRra respecto a alguien, debe pedirle perdón y corregirlo frente a los oyentes. Pero si el sujeto no sabe que hablaron de él, no se le debe hacerlo saber.
Evitar Lashon HaRra – estudio diario del libro “Jafetz Jaim” que explica las halajot, y del libro “Shmirat HaLashon” que hará que no sea capaz de contar Lashon HaRra.
Cuenta en su amargura – está permitido, por ejemplo, entre el marido y su esposa, si eso los ayuda a aliviar su amargura,  porque es para un buen fin.
Prohibición de escuchar – está prohibido prestar atención a Lashon HaRra, y si escucho, está prohibido creerlo como cierto.
Lashon HaRra en el trabajo – si lo obligan en el trabajo a contar Lashon HaRra respecto a algún compañero, no contará. Incluso si lo despedirán. Se debe estar dispuesto a perder todo su dinero y no trasgredir ninguna prohibición.
Revelación de secreto – está prohibido. El versículo dice “el que anda chismeando, revela secretos” (Mishlei 11:13).
Recompensa del cuidado de la lengua – se hace merecedor del resplandor oculto, que no es posible concebir.