Parashat Naso 12 de
Sivan
5775 No
1020
Rav Eran
Tamir
Explica el Rav Kuk (Olat Reaya Alef, pág.
61-62): “Tratándose de una persona común, es
obligación que llegue primero el
cuidado de lo que existe, y después la bendición, el
agregado y el
ensanchamiento, porque sólo cuando algo ya existe en la realidad
y fue
fortalecido en su existencia, entonces puede revelarse en él
también el
contenido del cuidado. Pero no es así en la bendición
Divina. La bendición es
la que apareja con ella la protección, y todo lo que se bendiga
del Cielo será
más cuidado, por la bendición misma. Y por ello,
antecedió la bendición al
cuidado: El Eterno te bendecirá y te protegerá”.
Es decir, desde el punto de vista del
raciocinio humano y la concepción de vida realista
práctico, realmente se
debería anteceder el cuidado a la bendición. Pero
nosotros, Am Israel (el
Pueblo de Israel), pertenecemos a un orden de vida totalmente distinto
– un
orden Divino, que siempre está desarrollándose y
renovándose, “que renueva en
Su bondad todos los días, siempre…” (bendiciones de Kriat
Shmá). Y por ello
nosotros, como público y como particulares, todo el tiempo
debemos continuar
desarrollándonos y creciendo – en nuestros pensamientos, en
nuestra voluntad y
en nuestras acciones – y sólo así podremos realmente
cuidar lo que hay, lo que fue
adquirido hasta ahora. Pero, si D’s no lo permita, nos “conformaremos”
sólo con
el cuidado de lo que fue adquirido hasta ahora – “status quo” – no
sólo que no
avanzaremos, sino que nos atrofiaremos, nos debilitaremos y
retrocederemos,
hasta tal punto que perderemos todo lo que logramos alcanzar.
Así también se puede explicar por qué el
Ramba”m – el gran educador – antecedió la mitzva de la
santificación del
Nombre de D’s a la prohibición de la profanación de Su
nombre (Hiljot Isodei
HaTorá 5:1): “Toda
No hay dudas que una de las características
de la “cultura” de nuestros días es el deseo de llegar a la
“tranquilidad”, la
“estabilidad” familiar, económica, social, de seguridad… Pero
eso no se debe
convertir en un estancado, en una situación estática, una
actividad rutinaria
de acostumbramiento, sino que siempre se debe intentar dirigir toda
nuestra
vida en base a la orientación de la bendición – agregado
y ensanchamiento,
crecimiento y florecimiento – y entonces lograremos también
cuidar de todos los
logros alcanzados hasta ahora – “el Eterno te bendecirá y te
protegerá”. Amén,
que así sea Su voluntad.
Donación
de emergencia
Majón Meir se encuentra en
una muy difícil situación financiera que le dificulta
continuar con su
actividad y pone en peligro de cierre su actividad en Arutz Meir.
Queridos amigos de Majón
Meir, los necesitamos hoy más que siempre para continuar con
nuestra bendita
actividad y nuestro estudio y enseñanza de
Por favor, apóyenos con su
donación y serán bendecidos del cielo.
Director de Majón Meir
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Rav
Shlomó Aviner
Rejilut – (chismerío)
incluso si es algo
cierto y no tiene nada de malo, está prohibido porque genera
peleas y controversias.
Ofensas – hablar de
forma que hiere al
prójimo, por ejemplo, contar de sus defectos o de su pasado, está prohibido.
Chiste – si ofende,
también está prohibido por
ser Lashon HaRra u ofensas.
Casamentero o socio – está
permitido e incluso
es una mitzva contarle los defectos, a condición que es
relevante al
tema y esa es toda la intención del que cuenta.
Educador o padres – está
permitido contar Lashon
HaRra sobre el niño, si es necesario para su
educación.
Prensa – Lashon HaRra es una prohibición severa, multiplicada por la
cantidad de personas
que lo leen.
Chismes respecto a algún grupo – Lashon
HaRra sobre un grupo es un pecado severo
multiplicado
por el número de personas que componen ese grupo.
Grupo que cuenta Lashon HaRra – el que se
encontró en un grupo que cuenta Lashon HaRra debe
intentar detenerlos. Y
si no es posible, debe escaparse.
Tshuvá – (arrepentimiento
sincero) el que
dijo Lashon HaRra respecto a alguien, debe pedirle
perdón y corregirlo
frente a los oyentes. Pero si el sujeto no sabe que hablaron de
él, no se le
debe hacerlo saber.
Evitar Lashon HaRra – estudio diario
del libro “Jafetz Jaim” que explica las halajot, y del
libro “Shmirat
HaLashon” que hará que no sea capaz de contar Lashon
HaRra.
Cuenta en su amargura – está
permitido, por
ejemplo, entre el marido y su esposa, si eso los ayuda a aliviar su
amargura, porque es para un buen fin.
Prohibición de escuchar – está prohibido
prestar atención a Lashon HaRra, y si escucho,
está prohibido creerlo
como cierto.
Lashon HaRra en el
trabajo – si lo obligan en el trabajo a
contar Lashon HaRra respecto a
algún compañero, no contará. Incluso si lo
despedirán. Se debe estar dispuesto
a perder todo su dinero y no trasgredir ninguna prohibición.
Revelación de secreto – está prohibido. El
versículo dice “el que anda chismeando, revela secretos”
(Mishlei 11:13).
Recompensa del cuidado de la lengua – se hace
merecedor del resplandor oculto, que no es posible concebir.